Dos interesantes obras de teatro de Cristóbal de Virúes, elogiado por Cervantes y por Lope, al que conoció en el destierro de este en Valencia, más clásica la segunda y más próxima al arte nuevo lopesco la primera. A través de dos temas sacados de leyendas clásicas, el autor valenciano indaga en la corrupción que puede producir una ambición desmesurada por el poder y en la prudencia y la fidelidad respectivamente.