La jueza Isabel Robledo se sabe vigilada por ETA después de haber condenado a varios borrokas, por una acción con cócteles molotov que ha causado dos muertos. Solo uno de ellos, justamente el instigador de la acción, ha logrado huir a Francia y allí trata de escalar puestos en la banda organizando crueles atentados en España. En su momento -año 2001- cruzará otra vez la frontera hacia el sur para atentar contra la jueza que había condenado a penas de cárcel a los compañeros de su pandilla.