Viktor Frankl es conocido como el fundador de la "Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia", a la que designó con el binomio de "logoterapia y análisis existencial". Sin embargo, es menos conocida su actividad pionera, entre las décadas de 1920 y 1930, en el asesoramiento juvenil y la prevención de suicidios. Justamente el enfrentamiento con las dificultades de la juventud y las ricas experiencias reunidas en la práctica fueron los elementos que formaron la base para el desarrollo de una psicoterapia centrada en la pregunta por el sentido.