La noche del 15 de junio de 1815 la flor y nata de la sociedad británica se reúne en Bruselas para celebrar una fiesta que se convertirá en una de las más trágicas de la historia: el baile de gala de la duquesa de Richmond en honor del duque de Wellington. Al día siguiente, muchos de los apuestos jóvenes que han acudido a la recepción se encontrarán luchando, y muriendo, en el campo de batalla de Waterloo.