Este libro es una suerte de recopilación de ensayos que hablan sobre el acto de crear, sus particularidades. Dice Zweig que "no es necesario ser escultor, pintor o filósofo para crear. Es una sensación extraordinaria sentirse comprendido. Cualquiera puede discernir cuáles son los verdaderos creadores, porque crear es arrancar algo de sí que a los demás y sólo a ellos debe pertenecer.
En este pequeño libro, el autor nos ofrece la deliciosa fantasía de una sociedad utópica en la que los "artícolas", es decir, los que cultivan las artes, viven rodeados por la religiosa adoración de los profanos.