En tiempos de Juan Sebastián Elcano, cuando los reinos europeos se disputaban la supremacía de los mares y de lsos nuevos territorios conquistados, un joven navengante guipuzcoano, Andrés de Urdaneta, se enroló en una temeraria aventura que duraría once años y que le permitiría descubrir la que iba a convertirse en una de las rutas comerciales más importantes del mundo, la "ruta de las especias".