El autor, que fue piloto de la U.S. Air Force y después instructor de vuelo, presta a su pasión por volar un carácter filosófico que traspasa los límites del mero ejercicio profesional. En esta obra manifiesta tal inclinación a través de la experiencia de un piloto que cuando volaba en solitario recibe la llamada de socorro de una mujer que viajaba con su marido en una avioneta y éste se ha desmayado. El protagonista se acerca y la ayuda a tomar los mandos, acercarse a un aeródromo y realizar un aterrizaje de emergencia.