Lepanto. Solo el nombre de esta batalla nos trae a la memoria el cruento choque de civilizaciones que en el pasado enfrentó al islam y la cristiandad. Un momento dramático en el que el destino de Occidente se jugó a una sola carta. "La más alta ocasión que vieron los tiempos", según observara Miguel de Cervantes, malherido en el combate. Fue una victoria colosal. En toda Europa se tuvo la sensación de que el invencible Imperio Otomano había sido frenado en su imparable avance hacia el Oeste. Italia, directamente amenazada respiró tranquila.