Durante la Guerra Civil española, el 25 de julio de 1938, cien mil hombres del Ejército de la República atravesaron el Ebro y plantaron cara a los nacionales -los sublevados- que ocupaban la margen izquierda del río. Pérez-Reverte relata diez días de esa ofensiva en un frente secundario, entre Mequinenza y Fayón, en la provincia de Zaragoza.