En una de las mejores obras de este autor, se nos desvela el silencio como un instrumento imprescindible para conservar la felicidad. El amor se hace cómplice del silencio donde la verdad es una realidad que no puede ser compartida: lo que Valentina-la mujer- sabe y calla, lo sabe Colette- la hija- y lo sabe Gastón- el marido- pero todos callan. Tan solo en un momento decisivo de la vida de la joven Colette este silencio, hasta ahora cómplice, podría poner en peligro su felicidad futura.