En 1938, tras partir de Nápoles a Palermo en un viaje por mar, desapareció el físico siciliano Ettore Majorana, quien en su última correspondencia dirigida a un colega de la Universidad de Nápoles, donde impartía clases, expresaba su intención de suicidarse. La verdad de los hechos, sin embargo, no resultará tan obvia. Lo que en un principio se atribuye a un acto de locura esconde, por el contrario, muchos misterios.