Relato de las peripecias, durante unas horas de un domingo de agosto, de dos grupos de personas: unos jóvenes, proletarios industriales de la ciudad, que han ido de excursión al Jarama, y los clientes, trabajadores rurales, de una taberna cercana al río. El simultaneísmo de las escenas está resuelto con elegancia y maestría literaria. Esta obra fue galardonada con el premio Nadal en 1956.