Describe esta novela, localizada en el siglo XIX, el ambiente de intrigas, odios y vicios que se agita en una aldea gallega en torno a la figura del despótico y egoísta marqués de Ulloa. La obra, muy bien escrita, con estilo pulcro y colorista, refleja con realismo el ambiente en que la acción se desarrolla e intercala momentos dramáticos con otros más relajados, consiguiendo mantener siempre despierto el interés del lector.