El año 2022 demuestra —según Valentí Puig— que proclamar el final de la Historia fue un error. En el año 1989 cayó el muro de Berlín, pero la Historia continuó, porque la naturaleza humana tiene un componente de tragedia, que puede ser la guerra, la división drástica, el caos o la sinrazón política. Este libro constata que la voluntad y la inteligencia tienen la capacidad de moderar los peores impulsos de una sociedad, encontrar soluciones o idear reformas.