Es la vida del apóstol San Lucas, al que denomina la autora Lucano, desde que nace hasta que conoce la verdad de Cristo. Es la historia que se repite en muchas ocasiones ante los reveses de la vida: la lucha por asumir las acontecimientos que producen dolor (la muerte de seres queridos, la limitación del ejercicio de una profesión, el miedo a padecer) y la conversión que se produce cuando lo que se busca es el bien de los demás y no el bien personal.