El pensamiento y la vida de Simone Weil representan todavía hoy un desafío y una provocación que no cesan de interrogar a nuestra cultura. La figura de esta mujer extraordinaria, destinada a proyectar luz más allá del siglo XX, nos sigue impactando sobre todo por la perfecta unidad de pensamiento, acción y contemplación que marca su itinerario existencial y espiritual.