Hay historias que permenecen inmutables, encerradas en un libro. Otras viajan de aldea en aldea, por los caminos, y crecen según quien las cuente.
Hay historias capaces de romper candados y puertas. Como la de Jimena. Vivía encerrada hasta que el buhonero llamó a su puerta. Y le regaló un cuento y una vela a cambio de unas monedas. Luego vinieron más cuentos...
Finalista del Premio Gran Angular 2019.