La narración se mueve en el entorno rural portugués de la segunda mitad del XX. Unos cuantos niños que viven en la familia extensa con su abuelo como cabeza, sus madres – esperando a sus maridos emigrados –y un tío soltero que les fascina por su bicicleta – “Instrumentalina” -, su afición a la fotografía, a la escritura y a la contemplación de la naturaleza, compiten en ser los elegidos para acompañarle en sus excursiones a los campos de la comarca. En el fondo hay un mundo de adultos en el que parece que se desea acabar con la vida de relajada soltería del dueño de Instrumentalina.