El 8 de junio de 1980, cuando no habían transcurrido todavía dos años de su llegada al sumo pontificado de la Iglesia católica, el Beato Juan Pablo II pronunció un importante discurso ante la Unesco, en su sede de París. En él encontramos conceptos muy queridos para el Pontífice, como la cultura y sus elementos, el hombre y la nación como sujetos de derechos culturales, la crisis de la cultura y la cultura de la paz.