Crónica privada y pública de la decadencia de una familia de antigua estirpe española cuyos antepasados—llegados a Catania hacia el 1300—adquirieron, en tiempos de Carlos V, el cargo de virreyes. El marco temporal son los años que van de 1855 a 1882, período en el que se precipita y culmina el proceso de unificación italiana. Combinando la crónica de costumbres con una acerba sátira de tintes expresionistas, De Roberto traza una inolvidable galería de retratos de nobles prepotentes y extravagantes en medio de continuas luchas, litigios e intrigas.