El mundo de las ciencias filosóficas y disciplinas afines se ha hecho en los últimos cien años tan desmesuradamente abigarrados, que por fuerza se hacen necesarios instrumentos que ayuden, al menos inicialmente, a situarse, a comenzar, a buscar por dónde tirar, a auxiliar en la búsqueda de conceptos, de temas, a orientarse en las diversas áreas de la filosofía, a descubrir siquiera mínimamente las grandes concepciones que a lo largo de la historia han tenido los más eminentes representantes de ese peculiar trabajo que se denomina filosofía.