Chris Astor, un joven ingeniero agrónomo, inventa junto a su hija Becky de cinco años, enferma de leucemia, un mundo imaginario y maravilloso, al que pondrán el nombre de Tamarisco, que consigue abstraer a la niña de las consecuencias de una enfermedad que no comprende. La fabulosa historia que irán creando, y que unirán estrechamente a padre e hija, es interrumpida drásticamente por Becky cuando, a los diez años, sus padres le comunican que han decidido divorciarse.