En la segunda década del siglo XXI, el Padre Elías, religioso carmelita converso del judaísmo, recibe de la Santa Sede el encargo de concertar una entrevista del Papa con el Presidente del Parlamento Europeo, que en ese momento disfrutaba de prestigio universal. Al parecer, dicho personaje aspiraba a someter a la Iglesia a una moral basada en el laicismo progresista.