Barcelona, 1936. En las convulsiones de la época, el protagonista de esta novela presencia la atroz muerte de su padre, y su destino quedará marcado. Vivirá intensamente la experiencia de tres guerras, el amor, el «esplendor y el horror» de la época, hasta descubrir la verdad que escondían los ojos del asesino de su padre, que le desvelan la verdad sobre sí mismo: «Una especie de revelación se abrió paso desde lo más profundo de mi ser con una fuerza que solo podría describir como terror sagrado. Mis dientes castañetearon y mi corazón galopó. Me derrumbé lentamente de rodillas…».