Durante la Primera Guerra Mundial el arqueólogo e investigador Thomas E. Lawrence fue adscrito al mando militar británico en El Cairo. Se le encomendó la misión de levantar a las tribus de la península arábiga contra los ocupantes turcos. Turquía era aliada de los imperios centrales europeos contra Gran Bretaña y Francia. Lawrence, que llegó a ser uno más entre los príncipes árabes, unió a las tribus alrededor de Feisal, hijo del Emir de La Meca, y al final de la guerra los árabes habían llegado en su ofensiva hasta Damasco.