Este libro, original y profundo, profundiza en el sentido de la sexualidad humana. Para ello, el autor se sitúa en el corazón de la experiencia amorosa, intentando descubrir su sentido y su finalidad; realiza un estudio metafísico del amor capaz de superar una visión romántica y, por último, destaca el drama que conlleva por su complejidad y fragilidad, así como la necesidad de integración de todos sus elementos, destacando el papel que juega el don del Espíritu Santo. De esta forma es capaz de reproponer con vigor y claridad la castidad como virtud propia de los enamorados.