Ni el Mirlo, ni el Topo, ni el Erizo saben cómo ayudar a dos ranitas que han quedado solas en este mundo. Sin embargo, la mamá Ratón les hace ver que todos los pequeños necesitan las mismas cosas (un lugar donde vivir y jugar, buenos alimentos y mucho cariño) y que, si todos colaboran un poco, las ranitas encontrarán una gran familia...