Después de la guerra civil, en unos Estados Unidos ávidos por descubrirse a sí mismos y por reencontrar aquellas regiones demasiado alejadas del gran centro neurálgico de la cultura nacional de la costa este, George Washington Cable (1844-1925) surgió como el descubridor literario del exotismo que encerraba la pintoresca Nueva Orleans. Los Grandissime (1880) es la primera novela sureña que puede calificarse de moderna.