María Sklodovska, conocida años más tarde como Marie Curie, nació en Varsovia en el seno de una familia de escasos medios. Mientras su infancia transcurrió en la Polonia ocupada por los rusos, de joven logró viajar a París para estudiar física y matemáticas, y allí conoció al físico Pierre Curie. Comienza entonces, en un pequeño cobertizo, una de las grandes aventuras científicas de todos los tiempos. Gracias al esfuerzo, la perseverancia y el compromiso con la ciencia, descubrirá el radio, que posee propiedades terribles, pero que, sabiamente dirigido, puede ayudar a curar el cáncer.