La gracia es una cuestión teológica central que, en la historia, ha dividido a las teologías católica, protestante y ortodoxa. En este manual se entiende la gracia como el efecto personal de la salvación que causa la renovación interior del hombre, lo convierte en hijo y amigo de Dios, y establece con Él un vínculo interior, una Alianza. La Nueva Alianza es, en definitiva, el Espíritu Santo. Al contemplar toda la materia desde esta perspectiva resulta posible enlazarla con la liturgia y espiritualidad cristianas.