Evoca esta novela los momentos finales en la vida de Alejandro Magno, el más prestigioso general y conquistador de la Antigüedad clásica. A los treinta y dos años, el que fuera rey de Macedonia y creador de un imperio que llegó hasta la India, agoniza en Babilonia el año 323 a C. víctima, al parecer, de la malaria o quizá envenenado.