Ha habido a lo largo de las últimas décadas una revolución en el control del conocimiento y la información, un cambio que ha hecho peligrar nuestra forma de pensar. Sin siquiera haber reparado en las consecuencias, hemos acogido sin dudarlo los productos y los servicios de cuatro grandes corporaciones: compramos en Amazon, socializamos en Facebook, buscamos diversión en Apple e información en Google.