El libro está compuesto por una serie de capítulos que se abren con la descripción el viaje desde Sevilla, llegada a Granada e instalación en la Alhambra, deliciosamente salpicados de observaciones sobre las costumbres, indumentaria y comidas e impresiones personales, y entre las que ocasionalmente y a cuento de cualquier observación, una cruz en el camino o una puerta tapiada, surge la leyenda.