Mayo de 1992. Con doce años, Hana tiene que subir a uno de los últimos autobuses de evacuación de las Naciones Unidas para huir de la ciudad sitiada de Sarajevo.
Su hermana Atka se queda en la ciudad para cuidar de sus cinco hermanos pequeños. Ambas piensan que la separación solo durará unas semanas. Sin embargo, durante meses, Hana vivirá como refugiada en Croacia, mientras que Atka luchará por sobrevivir entre francotiradores, ataques de mortero y una grave escasez de comida.