Una década después de haber estado en Vietnam como corresponsal de guerra, Oriana Fallaci se detiene en Beirut. En 1982 y 1983 se han producido la primera invasión del Líbano por Israel y las matanzas de los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila. Tropas internacionales toman a su cargo la protección de los refugiados y la interposición entre las distintas comunidades. Fallaci convive con el contingente italiano y cree ver en ellos el perfil de los héroes griegos de la guerra de Troya.