José Luis Sampedro Escolar escribe en estas páginas la crónica de una familia singular en la que se mezclan prelados y militares, políticos y diplomáticos, mecenas y toreros de fuste. Y da cuenta asimismo de la fortuna de los Alba, tanto de sus fincas y palacios como de los «recuerdos» heredados de sus antepasados: alhajas, obras de arte, pinturas, bibliotecas y archivos.