El aspecto más destacado de la personalidad de Dante es sentirse diferente y predestinado. Es una idea que empezó a nutrir desde joven y que se reforzará con el tiempo hasta desembocar en la convicción de haber sido investido por Dios de la misión profética de salvar a la humanidad. Este libro constituye un documentado retrato y una apasionante ¿novela? de un Dante profundamente enraizado en la vida de su ciudad, Florencia, y en la compleja dinámica de la historia italiana de los siglos XIII y XIV.