Sixto, el protagonista principal de Las lanzas rotas, nació en la Hispania del siglo I, en el país de los pelendones. Es, por tanto, un celtíbero de pura cepa. Fue criado en Tarraco, bastión romano en la península, y después enviado a Roma, dentro de la política imperial de control de las principales familias de sus aliados al hacerse cargo de la educación de algunos de sus hijos. Concluida su formación, Sixto regresa a la patria, a la ciudad hispana de Gémina, donde todo el mundo lo mira con cierto recelo.