Esta no es la historia de una chica que tuvo un sueño, que vio la luz y al día siguiente se levantó de la cama cantando alabanzas al Señor, tan renovada como quien sale de las aguas del Jordán. Tampoco es el relato de una joven conversa que nos cuenta sus vivencias para justificar su fe y llenarse de razones, en su opinión apabullantes, para que todos creamos en Dios.