En este relato breve, escrito en 1838, el autor refleja el choque entre las diferentes mentalidades de la sociedad rusa del momento. El protagonista, y narrador de la historia, cuenta su relación con los Zúrov, una familia distinguida de la sociedad de Petersburgo, que durante las tardes de invierno organiza bailes, música , lecturas compartidas y animadas conversaciones sobre literatura, como ocurría en los salones de la alta sociedad de la época.