Ésta es su primera narración larga, que se puede considerar una novela de iniciación a la vida. Pues aunque la protagonista aparezca ya en las primeras páginas como una consagrada profesional de la prensa de treinta y cinco años, a base de retrospecciones, diálogos y recuerdos va reconstruyendo su propia vida desde la adolescencia, cargada de frustraciones y amarguras. Esta revisión está impuesta por la obligada visita a su madre, gravemente enferma y amnésica tras un accidente, de la que había huido a los dieciocho años.