El 1 de mayo de 1998, Aznar llama a La Moncloa a Federico Jiménez Losantos y Luis Herrero para que rompan con su gran amigo Antonio Herrero. Al día siguiente, Antonio, el gran renovador de la radio española, está muerto. Tras unos funerales multitudinarios y emocionantes, Luis y Federico tendrán que hacerse cargo de los dos grandes programas de la COPE para salvar el legado de libertad de Antonio y la continuidad de la cadena.