Los autores, Stefano Andreis y Marcella Leone, definen esta obra como la reconstrucción del primer año de pontificado de Karol Wojtyla; una "historia desde dentro" tanto de los acontecimientos mínimos como de los problemas importantes de la Santa Sede. La conclusión a la que llegan es la de que se trata de un pontificado insólito y de una personalidad carismática: un padre fuerte, un líder mundial, un mito.