La desaparición de su hermano, diez años atrás, marcó para siempre la vida de Carolyn. Mack estaba a punto de licenciarse en Columbia University cuando una tarde salió de su apartamento en Manhattan y jamás volvió a ser visto. Eso sí, cada Día de la Madre llama a su madre por teléfono para comunicarle que está bien. Un día, Carolyn se da cuenta de que no podrá seguir con su vida hasta que no averigüe qué le sucedió a Mack. Aunque se encuentra con la oposición de toda su familia, Carolyn no se rinde y sigue adelante con su investigación.