Las palabras siempre actuales de Gen 1,26-27: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza" han orientado desde el inicio a quienes buscan la verdad sobre el hombre. Entre los teólogos medievales que se ocuparon con más detenimiento de este tema destaca, Tomás de Aquino.
Los estudios aquí reunidos pretenden contestar, al hilo de los textos aquinianos, a la pregunta sobre el significado de la imagen de Dios en el hombre. Se elabora además, una reflexión sobre aspectos que se derivan de esa realidad, como es la dimensión dinámica de la imagen con vistas al fin del hombre.