Las almas de una etarra, un político y un drogadicto se encuentran en el purgatorio a la espera del juicio final. Sin embargo, lejos de temer al Todopoderoso se atreven a exigir al ángel que les acoge la presencia directa de Dios, así como el Libro de reclamaciones, para hacerle saber que están muy decepcionados con Él por haberles quitado la vida de una manera poco ortodoxa y por regir el mundo de forma pasiva e injusta.