Dora nació en un pueblo de Castilla y León, en 1914. Tras efectuar los estudios elementales, muy joven comenzó a trabajar como empleada doméstica. En 1939se trasladó a Madrid, donde alcanzó un merecido prestigio en su ámbito profesional. En 1946, pidió la admisión en el Opus Dei: fue la primera numeraria auxiliar en le Obra. En ese mismo año se trasladó a Roma donde falleció el día antes de cumplir 90 años. Murió joven y feliz porque era una mujer enamorada: enamorada de Cristo, del Opus Dei, de su trabajo. Por eso fue una "luz encendida" para las personas que la trataron en vida.