«Desde hace algunos años, cuando comencé a ocuparme de estos temas, he sentido una inclinación irresistible a unir a la palabra “sexualidad” algún término enérgicamente ponderativo, hablando así del prodigio, de la grandeza, del vigor, de la sublimidad…, de la sexualidad humana».
Estas palabras, con las que el autor inicia este libro, dibujan ya el enfoque eminentemente positivo que guía todos sus pasos. La sexualidad es vista en estrecha relación con la condición personal del varón y la mujer y con el especialísimo y muy jugoso amor que se establece en el seno del matrimonio.