A finales de 1998, Louisa Waugh llega a una pequeña y aislada población de la estepa mongola, Tsengel. Ha sido contratada por el líder de este pueblo, Abbai, para que trabaje de profesora en la escuela local. La estepa árida, semidesértica, del extremo oeste de Mongolia es una tierra hostil; los alimentos habituales son la leche y la carne de yak, y la supervivencia en los meses de invierno es la mayor preocupación de los pobladores.