El liderazgo en la empresa no es algo que dependa en exclusiva de la capacitación técnica de quien dirige un equipo. Hoy resulta evidente que sin confianza la motivación de los trabajadores disminuya y esto afecta a la cuenta de resultados de la empresa. Pero para generar confianza no sirven las estrategias empresariales: es necesario que el directivo posea unas cualidades morales que hagan creíble su liderazgo y faciliten la comunicación.